martes, 21 de enero de 2014

China en la Luna y a quien pertenece la luna



CIENCIA Ya han enviado fotos a la Tierra



China anuncia el 'éxito total' de su primer aterrizaje en la Luna


El robot 'Liebre de Jade' por la superficie lunar
El robot 'Liebre de Jade' por la superficie lunar REUTERS/ CCTV




China confirmó el domingo el "éxito total" de su "proyecto más difícil hasta ahora en el espacio", después de que la primera sonda espacial china aterrizara el sábado en la superficie de la Luna, señalaron el jefe de Estado y partido, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang. Ambos visitaron el centro de control espacial en Pekín para felicitar a los responsables.
Antes, el vehículo robot "Liebre de Jade" y la sonda matriz "Chang'e 3" fueron fotografiadas mutuamente y enviaron imágenes a la Tierra, informó la televisión estatal.
El viceprimer ministro Ma Kai señaló que el exitoso alunizaje da "a la nación, al partido y a toda la población" una nueva confianza.
"Liebre de Jade" (Yutu) se desacopló el domingo con éxito de la sonda y comenzó a recorrer la superficie del satélite, dejando una profunda huella en el polvo lunar, tal como se veía en las fotos que mostró la televisión estatal.
El rover, de seis ruedas y 140 kilos de peso, desplegó sus paneles solares, antes de bajar por una rampa de la sonda espacial "Chang'e 3", informó la agencia china Xinhua.
China se convirtió el sábado en la tercera nación que logra un alunizaje, después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Doce días después del lanzamiento, la sonda se posó a las 13:11 horas GMT del sábado en Sinus Iridum (Bahía de los Arcoiris). "Un antiguo sueño chino se hace realidad", comentaron los medios estatales.
La llegada de China a la Luna llega después de un largo periodo de cerca de cuatro décadas, siendo la última misión tripulada a la Luna llevada a cabo por los Estados Unidos con el Apollo 17 en el año 1972, mientras que la última sonda robótica de la Tierra a la Luna fue la soviética Soviet Luna 24 en 1976.
Imagen panorámica de la Luna.
La sonda china Change'e-3 ha enviado su primera imagen panorámica desde la Luna. Se trata de una imagen tomada el pasado 15 de diciembre desde el lugar donde alunizó y en la que puede verse el rover 'Yutu' ('Conejo de Jade'), que viajaba en su interior, y que se encargará de inspeccionar la superficie del satélite en los próximos meses.

La Chang'e-3 ha realizado la fotografía con tres cámaras dispuestas alrededor del sistema de arerrizaje. En realidad se trata de un mosaico compuesto de 60 imágenes que han sido captadas en tres ángulos: vertical, 15 grados hacia abajo y 15 grados hacia arriba. Según ha explicado el diseñador jefe de la misión, Liu Enhai, a la cadena nacional CCTV, la vista capta la zona conocida como Mare Imbrium, cerca de la Bahía Rainbows.
En ella se puede ver un cráter de tamaño considerable, de varios metros de ancho, situado a sólo unos 10 metros del módulo de aterrizaje de la Chang'e-3. Además, hay varios cráteres más, visibles en la superficie del satélite marcada por la 'viruela'.
Apagón nocturno
Precisamente 'Yutu' se ha apagado en las últimas horas y permanecerá inactivo durante dos semanas para no verse afectado por las bajas temperaturas de la noche lunar, según informaron los científicos responsables del proyecto a través de la agencia oficial Xinhua.
La noche lunar dura unas dos semanas y durante ella la superficie selenita puede alcanzar temperaturas de hasta 180 grados bajo cero, por lo que los expertos consideran que el robot explorador debe permanecer "dormido" ese tiempo hasta que las condiciones climáticas sean mejores.
Chang E 3 aterrizó en la Luna el 14 de diciembre, más de 37 años después de que la Unión Soviética realizara el anterior alunizaje controlado, y el Conejo de Jade comenzó a rodar por el satélite pocas horas después.
El objetivo del rover es llevar a cabo análisis científicos y enviar a la Tierra imágenes de la luna en tres dimensiones. A bordo del vehículo viajan cuatro amplificadores de radiofrecuencia (RF) diseñados y fabricados en Cantabria por la unidad de espacio de la empresa ERZIA, ubicada en Santander.
La próxima misión lunar china, Chang E 4, está prevista para 2015, mientras que en 2017 se prevé que la sonda Chang E 5 comience la nueva fase del programa espacial chino y regrese a la Tierra para portar muestras extraídas de la Luna.
ESPACIO Debate sobre los derechos de los países que exploran nuestro satélite

Objetivo: proteger la Luna de tentaciones 'colonialistas'

  • Dos investigadores critican una polémica iniciativa legislativa en EEUU para considerar Parques Nacionales las áreas de la Luna en las que hay restos de las misiones 'Apolo'

  • Proponen un nuevo acuerdo internacional para reforzar los tratados sobre el espacioNeil Armstrong, con la bandera de EEUU, durante su misión de 1969.

Neil Armstrong, con la bandera de EEUU, durante su misión de 1969. NASA
Para evitar tentaciones colonialistas en la Luna, dos años antes del histórico viaje de Neil Armstrong, Naciones Unidas impulsó un tratado por el que los países que pretendían desarrollar actividades espaciales se comprometían a no declarar la soberanía sobre ningún territorio fuera de nuestro planeta.
El tratado del 1967 (The United Nations Outer Space Treaty , OST), ratificado por EEUU, la Unión Soviética y otras 126 naciones, no prohibía el uso de la Luna ni de sus recursos, sino que enfatizaba la importancia de la cooperación internacional y de que cualquier país que lo deseara pudiera tener libre acceso al espacio.
Los países firmantes también se comprometían a no causar daños ni contaminar las áreas exploradas, así como a no llevar ningún tipo de armamento y a utilizar el espacio con fines pacíficos. "Los astronautas serán considerados como enviados de la humanidad", decía uno de los puntos del acuerdo.
Sólo EEUU y Rusia han puesto vehículos en la superficie lunar (el último, hace 37 años, fue el soviético Luna-24). Sin embargo los planes anunciados por China y otros países, así como por empresas privadas, están volviendo a poner a nuestro satélite de actualidad. Según exponen esta semana en un artículo en la revista Science los científicos Henry R. Hertzfeld y Scott N. Pace, del Instituto de Política Espacial (Space Policy Institute) de la Universidad George Washington, estos proyectos han vuelto a abrir el debate sobre la actividad comercial y el uso de los recursos que harán de nuestro satélite.
Pero sobre todo, estos investigadores muestran su preocupación por una polémica iniciativa legislativa introducida en el Congreso estadounidense el pasado 8 de julio. La Apollo Lunar Landing Legacy Act propone que los lugares en los que alunizaron las seis misiones que la NASA llevó a cabo desde 1969 a 1972 (Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17) sean considerados como Parques Nacionales de EEUU para garantizar su conservación y preservar su valor histórico.
El debate científico sobre cuál es la mejor manera de conservar los sitios históricos donde los astronautas colocaron sus banderas y sus instrumentos está abierto. Hertzfeld y Pace defienden que en lugar de una iniciativa nacional y unilateral, como el texto propuesto en julio, se debe llegar a un acuerdo entre los países con intereses en nuestro satélite.
Recreación del vehículo Chang'e-3 que China enviará a la Luna en diciembre
SCIENCE
En declaraciones a EL MUNDO, Henry Hertzfeld, autor del artículo enScience y profesor de Política Espacial y Relaciones Internacionales de la Universidad de Washington, considera "improbable que esta propuesta llegue a convertirse en una ley. Fue introducida en el Congreso para estimular el debate, según afirman sus autores", explica a través de un correo electrónico.
En la Luna todavía permanecen las banderas y los instrumentos de EEUU (llevados por los astronautas de las misiones Apolo) y de la Unión Soviética (procedentes de misiones no tripuladas) a lo largo de las últimas décadas. Algunos de ellos aún están operativos y realizando mediciones. En las próximas semanas, China se convertirá en el tercer país que manda a la Luna un vehículo robótico, que viajará a bordo de la nave no tripulada Chang'e-3. En los años siguientes planea enviar astronautas (llamados taikonautas) y construir una base lunar.
Hertzfeld y Pace sugieren, por tanto, que EEUU y Rusia, los dos únicos que han alunizado de forma controlada, establezcan un acuerdo que pueda ser después ofrecido a otras naciones que tienen equipos en la Luna para que lo suscriban (Japón, India, China y la Agencia Espacial Europea han enviado sondas robóticas que han impactado contra la superficie de nuestro satélite y por tanto hay restos de chatarra que les pertenecen). Este acuerdo, sostienen, evitaría que se realizara cualquier declaración de soberanía en la Luna y reforzaría los tratados sobre el espacio vigentes en la actualidad.

La Luna, Parque Nacional de EEUU

Hertzfeld afirma que la propuesta legislativa para considerar los sitios de alunizaje parques nacionales todavía no ha despertado muchas reacciones en EEUU: "Ha habido algunos artículos críticos, pero la mayor parte de la gente todavía no está centrada en este tema", explica.
Tampoco ha habido reacciones críticas por parte de Rusia o de otros países: "Se trata sólo de una propuesta introducida en la Cámara de Representantes, no una ley. Y ni siquiera se ha discutido en el Congreso todavía. Sería prematuro que [la comunidad internacional] tuviera una fuerte reacción en este momento", añade.
En cualquier caso, los dos autores consideran que el texto propuesto podría crear un conflicto directo con las leyes internacionales y podría interpretarse como una violación de EEUU de los compromisos que adquirió cuando suscribió el tratado de Naciones Unidas de 1967. Además, creen que no sería eficaz para proteger el legado de las misiones Apolo. Lo primero que tiene que hacer EEUU para proteger su legado en la Luna, continúan, es distinguir claramente entre las banderas y los equipos científicos que le pertenecen y los territorios que ocupan. El segundo paso es ganarse el reconocimiento internacional, no unilateral, de los sitios sobre los que estos objetos descansan.
Por lo que respecta a la posibilidad de que las misiones de China e India previstas generen nuevas tensiones, Hertzfeld cree que dependerá "de lo que hagan allí y de cómo lo hagan". "Si sus misiones son puramente científicas y de exploración, no debería haber mucha controversia, a menos que interfieran con los derechos de otras naciones en la Luna. Pero si pretenden ir allí para buscar recursos y beneficios podría resultar bastante controvertido. Aunque de nuevo, insisto en que dependerá de cómo conciban estas misiones, de los pasos que den para respetar los derechos de otras naciones, y de si se comprometen a llevar a cabo programas transparentes y a cooperar con la comunidad internacional".

elmundo.es

¿De quién es la Luna?

El hombre y la Luna

Desde los inicios de la historia, el hombre y la Luna mantienen una conexión especial. Desde que el hombre aprendió a adorarla y comprenderla han sido grandes amigos. Sin embargo con el avance de la sociedad, y más concretamente con el crecimiento de la mentalidad capitalista, el hombre comenzó a pensar en la Luna no como una amiga, sino como en una propiedad.
La Luna en cierto modo pertenece a la Tierra, y como los hombres son la raza dominante de la misma, la Luna también les pertenecería. Además de esta visión general hay quienes han creído, y creen, que pueden apoderarse de la Luna para sí mismos. Estamos hablando de personas que dicen que la Luna es de su exclusiva propiedad.
Según lo demostró el recientemente finado Ray Bradbury en sus célebres Crónicas marcianas, el ser humano lleva sus limitaciones consigo dondequiera que se encuentre, esté en su casa, en su país, en el extranjero o, como nos permite imaginar la fabulación sci-fi, en el espacio exterior.
Ray Bradbury
Prueba de ello es que existe un puñado de casos legales que, para sorpresa de muchos, tienen como protagonistas asuntos relacionados con el espacio exterior. Sí: como si no bastara pelear en los tribunales y los juzgados por asuntos que, nunca mejor dicho, podríamos llamar terrenales, algunos cuantos han hecho del espacio exterior el motivo de sus querellas.
Aquí los casos más emblemáticos siguiendo la compilación realizada por Adam Mann para la revista Wired.
Para empezar, ¿de quién es la Luna?


Es conseja popular que los enamorados regalan la Luna (y otros cuerpos celestes) a la menor oportunidad que se les presente al objeto de su amor. Y si bien el rey Federico el Grande de Prusia, a mediados del siglo XVIII, no estaba enamorado, sí se mostró sumamente agradecido con un curador de nombre Aul Jurgens, a quien en recompensa por sus invaluables servicios le legó la Luna a él y a su familia hasta el fin de los tiempos.
Esto, que parece una broma, fue sin embargo tomado al pie de la letra por un descendiente de Jurgens, quien en 1996 intentó hacer valer la herencia y reclamó el único satélite natural de la Tierra para su propiedad y usufructo.
Martin (que era el nombre del demandante) lo decía tan en serio que el Instituto Jurídico para el Aire y el Espacio de los Países Bajos tuvo que intervenir, decidiendo, obviamente, que la donación primera hecha por el rey prusiano era invalida, en tanto él mismo no era dueño de aquello que había entregado.

“El Archapiélago de Lindsay”
Una noche de 1936 A. Dean Lindsay miró al cielo y, percatándose que a nadie le pertenecía todo aquello, se dijo que era una buena idea adelantarse a todos y registrar como propia al menos una parcela de semejante enormidad.
Así, el hombre acudió a la Notaría Pública de Pittsburgh y presentó un documento en el que se declaraba poseedor de “todas las propiedades conocidas como planetas, islas del espacio y otras materias conocidas a partir de este momento como el Archapiélago [sic] de A. Dean Lindsay”.
El error ortográfico no obstó para que Lindsay incluyera en su título de propiedad a todos los planetas visibles y otros cuerpos celestes, salvo por tres: la Tierra, la Luna y Saturno. La primera porque, se dijo Lindsay, parecía justo que perteneciera a sus habitantes; a los otros dos los trató por separado, nadie sabe por qué.
Como ignorados también permanecen sus intenciones con respecto a estos papeles. Se sospecha que Lindsay buscaría sacar ganancia del espacio exterior apenas alguien pusiera un pie en alguno de “sus” planetas. Por desgracia murió apenas un mes antes de que el Apolo 11 alunizara.

La Nación del Espacio Celestial
A mediados del siglo XX, en 1949, James Thomas Mangan fundó la Nación del Espacio Celestial en Evergreen Park, Illinois, que reclamaba el cosmos para sí. Pero Mangan, menos egoísta que otros, envió cartas a los dirigentes de 74 naciones para que estas reconocieran la existencia de Celestia, además de que solicitó su inclusión en la Organización de las Naciones Unidas. Ambas peticiones fueron denegadas.
Mangan, sin embargo, nunca renunció a su proyecto, defendiéndolo vehementemente contra intentos de disputarle la soberanía de Celestia. Entre otros casos, el hombre reclamó a la URSS cuando esta lanzó el Sputnik, alegando que esto violaba el territorio de su nación. En contraste, dio permiso a un banquero de Chicago para establecer una sucursal en la Luna y entregó pasaportes de Celestia a los astronautas del Apolo.

Su Majestad, el Cabeza de queso
En 1980 hubo otro “registro oficial” de la Luna como propiedad de un particular. Esta vez se trató de Dennis Hope, quien se dijo “omnipotante [sic] dirigente de la superficie lunar iluminada”, dándose a sí mismo “el exaltado título de ‘El Cabeza de Queso’”.

Todo empezó en 1980 cuando en pleno divorcio se quedó sin un centavo y miró al cielo como buscando una señal. “Y vi la luna. Yo pensaba que si tan solo tuviese una propiedad, la podría hipotecar, mudarme a Los Ángeles y empezar una carrera como actor. Pero vi la luna y dije: Allá hay un montón de propiedades”. 

— ¿Y luego qué pensó? 

Recordé mi clase de Ciencia Política en Oregon. Ahí me enseñaron el tratado sobre espacio ultraterrestre de las Naciones Unidas de 1967. El artículo II se me quedó pegado: “El espacio ultraterrestre, incluso la luna y otros satélites, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación”. 

— Como el tratado habla de países, pero no de propiedad individual, usted le envió una carta a la ONU... 

¡Sí que lo hice! Rellené una solicitud de propiedad para la luna, los otros ocho planetas y sus lunas. Pedí que si tenían un problema legal me lo hicieran saber. 

— ¿Le contestaron? 


¡Nunca! No se lo tomaron en serio y ahora es muy tarde para ellos. 

— Y empezó a vender la luna… 

Yo he sido vendedor toda mi vida, así que fue una transición fácil. En 1980 no había computadoras, la gente no entraba a Internet, excepto el gobierno. Empecé a ir a centros comerciales y preguntaba si querían un regalo de Navidad único. Vendí 600 propiedades en dos semanas. Me metí esos 6 mil dólares al bolsillo y me fui a Los Ángeles. Durante los primeros 15 años vendí 100 propiedades anuales, sin hacer publicidad, pero en 1995 decidí ponerme más serio porque ya había Internet y podía llegar a una comunidad global. Así que empecé a vender online. [El costo por cada acre es de US$24. Por este precio le envían un título de propiedad con su nombre, un mapa de la luna y la Constitución Galáctica.] 
Paralelamente Hope registró una embajada lunar y una oficina de bienes raíces que se encargaba de gestionar la compra-venta de parcelas en la luna —
Y a pesar de la evidente contradicción legal que representa, Lunar Embassy, que es el nombre de la firma, continúa en operación, ahora vendiendo nombres de dominio en nuestra Luna y las restantes del sistema solar.
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En 1954, un abogado chileno de gran astucia y amante del espacio llamado Jenaro Gajardo Vera,  fundó la “Sociedad Telescópica Interplanetaria”, con la finalidad de crear un protocolo de bienvenida en el caso de que algún día tuviéramos una visita extraterrestre, pero su máxima aspiración era ingresar en un selecto club llamado “Talca”, donde solo entraba gente de una profesión notable y era requisito tener alguna propiedad, algo que limitaba a Jenaro, que no poseía ninguna.

Certificados Lunares
Un poco parecido al caso anterior, el sitio MoonCertificate.com reclama su derecho a vender la Luna y otros planetas amparado en un principio sumamente simple y elemental: invoca no las leyes terrestres, sino las lunares. MoonCertificate se presenta como el “único sitio escriturador lunar autorizado por los verdaderos poseedores de la Luna”. ¿Quiénes son estos? El Consejo Marciano de Reyes.

POR: PIJAMASURF - 11/06/2012 A LAS 11:06:17

http://pijamasurf.com/2012/06/de-quien-es-la-luna-se-puede-reclamar-su-propiedad-los-pleitos-legales-mas-extranos-del-espacio-exterior/

Desde que el Derecho como materia legal se instauró en la sociedad, existen muchos papeles que parecen ser superiores a la razón humana y al voto colectivo. Por su parte muchos de los que se atreven a decir que la Luna y otros objetos celestes les pertenecen se apoyan en estos textos legales.

Dick Whaley: Luna Propietario
Donald Miles, de 76 años, de Ginebra está seguro de que tiene un título de propiedad de un terreno en la luna. Él sólo Cana?? T recuerdo dónde la puso. Dick Whaley, 73, doesnâ?? T tiene una escritura, pero gracias a su esposa Janeta?? S memoria aguda, fue capaz de poner sus manos sobre el documento en el que Ginebra reclamó al paisaje lunar hace 38 años.
Miles y Whaley se encuentran entre los 35 signatarios de la Â?? Declaración de Lunar Propiedad, Â?? que fue presentado a la 12 del mundo abril de 1966, en el auditorio de Ginebra High School. Más de 200 personas asistieron a la ceremonia de anuncio.
MIGUEL MÉNDEZ/WIKIMEDIA
Otro caso un poco anormal es el de Martin Juergens, un alemán que asegura que su familia es dueña de la Luna desde el siglo XVIII, aunque dice no tener ningún papel que confirme la propiedad de la misma.
Un caso aún más espectacular es el de tres hombres procedentes de Yemen que acusaron a la NASApor haber invadido este planeta, el cual parece pertenecer a ellos y a su familia. Supuestamente son dueños de Marte desde hace más de 3000 años.

Siguiendo la oleada de locura, James T. Mangan declaró en 1948 que era dueño de todo el universo y comenzó a vender parcelas del mismo con un tamaño similar a la tierra por un dólar. Créanlo o no, ganó una fortuna.
M. GÅLFALK/WIKIMEDIA

La legalidad de la Luna

Como ya dijimos, existen tratados en relación a la pertenencia de la Luna y otros objetos celestes, aunque solamente en relación a la propiedad por parte de países, no hablan directamente sobre la propiedad que puedan ejercer personas o empresas individuales.
Se dice que el espacio comprende las mismas legalidades que el océano en la Tierra: puede ser usado por todos, pero no pertenece a nadie.
800px-Neil_Armstrong_On_The_Moon_-_GPN-2000-001209.jpgNASA/WIKIMEDIA

El futuro de la Luna y el resto del espacio

Como podrán imaginarse ya hay muchas empresas estudiando y pensando qué recursos aprovechar no solo de la Luna sino de todo el espacio en general. La carrera espacial sigue avanzando y los métodos para salir y entrar del planeta Tierra han ido avanzando.
Las empresas mineras son las primeras en ver la Luna como un depósito de dinero. En cuanto el viaje espacial sea algo relativamente económico la explotación de la Luna será un hecho. La regulación de este tipo de industria también está sobre la mesa de aquellos países que ven que las empresas pretenden dividirse el espacio.
Ya son muchas las empresas y los gobiernos que han puesto el ojo en la Luna, ya que cuenta con algunos recursos interesantes como oxigeno, agua, materiales de minería e incluso algunos componentes químicos de utilidad para la energía nuclear.
Por mi parte no creo que la explotación de la Luna pueda llegar a ser un problema. Tampoco creo que un imperio en torno al sistema solar pudiera traer inconvenientes serios, pero por otro lado sé que este imperio no estará dominado por un planeta en conjunto sino por muchas empresas,  no internacionales sino interplanetarias.

http://www.ojocientifico.com/3628/de-quien-es-la-luna

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