sábado, 21 de marzo de 2015

derretimiento de la Antártida se redibujará el mapa de la Tierra


CABO LEGOUPIL.- Desde el terreno, ubicados al extremo norte de la Antártida, una espectacular cubierta blanca de hielo parece extenderse hasta el infinito. Lo que escapa al ojo es la batalla épica que kilómetros abajo se libra y que está redibujando el mapa de la Tierra.

El agua está licuando el hielo antártico. Lo derrite justo cuando se encuentra con el océano. Aunque la capa de hielo se derrite lentamente, en la última década se han vertido al mar unas 118 mil millones de toneladas métricas de hielo, según cálculos satelitales de la NASA.
Eso representa más de 350 mil veces el peso del Empire State, o la misma cantidad de hielo necesario para llenar más de 1.3 millones de piscinas olímpicas. Y la tasa de descongelamiento se está acelerando.

En el peor de los casos, el deshielo podría elevar el nivel del mar hasta 3.3 metros en todo el mundo en uno o dos siglos y que cubra las costas que están densamente pobladas.
Partes de la Antártida se están derritiendo a una tasa tan acelerada que el continente se ha convertido en "la zona cero del cambio climático global, sin duda alguna", dijo Jerry Mitrovica, geofísico de la Universidad de Harvard.
Aquí, en la península antártica, donde el continente se está calentando más rápidamente porque la tierra se adentra a un océano cada vez más cálido, se pierden casi 45 mil millones de toneladas métricas de hielo cada año, según la NASA.
El agua se calienta desde abajo, lo que hace que el hielo retroceda y hace que el aire más cálido continúe el proceso. Las temperaturas subieron 5.4 grados Fahrenheit en el último medio siglo, mucho más rápido de que el promedio, dijo Ricardo Jana, glaciólogo del Instituto Antártico de Chile.


Con los pingüinos de fondo, Peter Convey, del British Antarctic Survey, reflexionó sobre los cambios que se pueden ver en la Isla Robert, un ejemplo a pequeña escala y quizás una advertencia de lo que está sucediendo en la península y en el resto del continente.
Yo estuve aquí hace diez años", dice Convey en un raro día soleado en la isla, con temperaturas apenas por encima de cero grados Celsius. "Y si comparas lo que vi entonces con ahora, la diferencia básica debida al calentamiento es que las secciones permanentes de hielo y nieve son más pequeñas. Siguen ahí, pero son más pequeñas que antes".
La Isla Robert reta a los sentidos: desde el hedor de los pingüinos hasta el suave musgo que invita al visitante a acostarse, como si fuera una cama de agua, o el lodo marrón, que es como hundirse en chocolate. Porciones de musgo, con colores que van desde el verde fluorescente hasta rojo oxidado, han crecido al tamaño de una cancha de fútbol.
Aunque 97 por ciento de la península sigue cubierta de hielo, ahora hay valles completamente descubiertos. En otras partes, el hielo es menos grueso y la extensión de los glaciares ha disminuido, dijo Convey.

Luciendo una enorme parka roja y un gorro azul, la bióloga Angélica Casanova se quita los guantes para recoger muestras, lo que le deja los dedos azules de frío. Casanova dice que no puede dejar de notar los cambios desde que comenzó a visitar la isla en 1995. Cada vez más hay plantas que crecen en la tierra y las rocas depositadas por la retracción de los glaciares, dice.


Es interesante porque la vegetación en cierta forma responde positivamente; crece más", dijo, a unos pocos pasos de una foca dormida. "Lo lamentable es que toda la información científica que vemos nos dice que ha habido mucha reducción de los glaciares y eso nos preocupa".

Apenas el mes pasado, los científicos notaron en imágenes de satélite que una enorme grieta de hielo en la península llamada Larsen C había crecido unas 20 kilómetros en 2014.



Lo que es peor, la grieta afectó un tipo de banda de hielo que usualmente frena esas grietas.
Si sigue así, puede causar la separación de un iceberg gigantesco de hasta 2 mil 500 millas cuadradas, dijo Paul Holland, del British Antarctic Survey. Y existe la pequeña posibilidad de que eso haga desprenderse la plataforma de hielo Larsen C (aproximadamente del tamaño de Escocia), como la Larsen-B lo hizo espectacularmente en 2002.
Hace unos pocos años, los científicos pensaban que la Antártida en su totalidad estaba en equilibrio, sin ganar ni perder hielo. Los expertos estaban más preocupados por Groenlandia, más accesible y fácil de notar. Pero una vez que pudieron estudiar bien el fondo del mundo, el centro de sus temores cambió.
Ahora, científicos en dos estudios separados usan términos como "irreversible" e "indetenible" para hablar del deshielo al occidente de la Antártida. El hielo está creciendo al este del continente, donde el aire y el agua son más fríos, pero a un ritmo menor que en el oeste.

Antes la Antártida era mayormente una incertidumbre", dijo Ian Joughin, científico de la Universidad de Washington. "Ahora yo diría que es menos una incertidumbre y mucho más aterrador que lo que pensábamos".
En la NASA, el especialista en hielos Eric Rignot dijo que el derretimiento "avanza más rápidamente que lo que nadie había pensado. Es una señal de alarma".
Lo que está sucediendo se puede explicar fácilmente echando mano de la física. El agua cálida derrite hielo dese abajo. Entonces, más hielo queda expuesto al agua y se derrite. Finalmente, el hielo sobre el agua se desploma en el mar y se derrite.
Los cambios climáticos han variado los patrones de vientos alrededor del continente, empujando agua más cálida contra y debajo de la capa de hielo al occidente de la Antártida y la península. El agua del norte, más cálida, remplaza al agua más fría. Es apenas un par de grados Fahrenheit más cálida, pero eso es una enorme diferencia, dicen los científicos.
La suerte del mundo depende de cuán rápido se derrita el hielo.
Al ritmo actual, el fenómeno solamente elevaría el nivel del mar aproximadamente un tercio de milímetro al año, porque los océanos son muy vastos.
Pero si toda la capa de hielo al oeste de la Antártida, que está conectada con el agua se derrite indeteniblemente, como pronostican los expertos, no habrá tiempo para prepararse. Los científicos estiman que tomará entre 200 y mil años para que se derrita suficiente hielo para elevar el nivel del mar unos 3.3 metros, quizás solamente cien años en el peor de los casos.

Si eso sucede, ciudades costeras como Nueva York y Guangzhou pudieran enfrentar hasta un billón de dólares en daños por inundaciones en unas pocas décadas e innumerables centros poblacionales quedarían vulnerables.
Los cambios en el clima de la Tierra y la reducción de los glaciares no son problemas siempre que no sucedan demasiado rápidamente. Y en estos momentos el cambio es rápido. Eso no es bueno", dijo Rignot. "Tenemos que frenarlo. O tenemos que demorarlo lo más que podamos".


El calentamiento global 
A mayor temperatura, más nieve en la Antártida. Esa es una de las paradojas del calentamiento global. Según un estudio, hay una segunda paradoja relacionada: la cantidad extra de hielo acelera el deshielo del casquete antártico, lo que eleva el nivel del mar. Así de complejo y delicado es el equilibrio que está alterando el cambio climático.
Con todo el hielo que acumula, la Antártida es el continente más seco del planeta. De una extensión casi 28 veces mayor que la de España, allí solo nieva en las zonas costeras. En las elevadas mesetas del interior, el frío es tal que congela hasta la humedad impidiendo las precipitaciones. Sin embargo, el calentamiento global estaría llevando la nieve cada vez más adentro del casquete polar. La alteración del tradicional equilibrio de una masa de hielo tan gigantesca podría afectar a todo el planeta.

Climatólogos europeos y estadounidenses han buceado en la historia climática de la Antártida escrita en el hielo. Aunque hay datos de temperatura y precipitaciones del último siglo, las variaciones interanuales hacen muy complicado hacer proyecciones sobre el futuro antártico solo con información del presente. Por eso, los científicos se fueron 20.000 años atrás, cuando empezaba el fin de la última gran glaciación. Tal y como explican en Nature Climate Change, durante los siguientes milenios, los hielos se fueron retirando de grandes zonas del planeta, hecho que, entre otras cosas, ayudó a la expansión de los humanos gracias a un clima global más benigno.


Los investigadores analizaron la información de seis bloques de hielo extraídos de otros tantos puntos de la Antártida. Tres proceden del interior de la gran meseta antártica, otros dos de zonas costeras y un sexto de la Antártida Occidental. Comprobaron que hay una relación entre el calentamiento producido tras la glaciación y el aumento de la acumulación de nieve. Sobre esa información, corrieron varios modelos climáticos para hacer previsiones que se pudieran aplicar a todo el casquete polar y su evolución futura.

"Por cada grado de calentamiento regional, la nieve caída aumenta en un 5%", dice la investigadora del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de Postdam (Alemania) y principal autora del estudio, Katja Frieler. La lógica de este incremento de las nevadas es simple: la elevación de las temperaturas hace que se evapore más agua de los océanos que rodean la Antártida y el extra de humedad provoca más precipitaciones cuando la circulación atmosférica lleva ese aire cálido y húmedo hacia el interior del casquete.
Aunque las precipitaciones serán más copiosas y frecuentes en las zonas costeras, los modelos muestran que, en términos relativos, el aumento será mayor en el interior antártico. En la enorme meseta, la nieve caída no supera hoy la media anual de 50 milímetros al año. En principio, esta aparente paradoja de un calentamiento que genera más nevadas, ayudaría a contrarrestar uno de los fenómenos que más preocupan a los científicos: el aumento del nivel del mar por el deshielo.

En la otra punta del planeta, en el Ártico, todo parece más sencillo. El cambio climático está provocando un acelerado deshielo de las zonas árticas, Groenlandia incluida. Eso acabará por elevar el nivel del mar en todo el planeta. En principio, la mayor acumulación de nieve en la Antártida podría compensar al menos en parte este peligro, al retirar de los océanos el agua deshelada en el norte. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. Aquí está la segunda paradoja: más hielo puede suponer mayor deshielo.

Aunque el objetivo del estudio era estudiar cuánta nieve podría ganar la masa antártica por el calentamiento, Frieler explica su particular dinámica. "El deshielo provocado por un aire más cálido es allí un problema menor. Hace mucho más frío que en Groenlandia e incluso en el escenario de un calentamiento debido a las emisiones de efecto invernadero, se calcula que la aportación del deshielo superficial a la pérdida global de hielo de la Antártida será pequeña al menos hasta final de siglo". Pero añade: "un mayor problema es el llamado deshielo basal por la acción del océano sobre la línea de tierra, la transición entre el hielo terrestre y el hielo flotante, que es el mayor vector de la dinámica de descarga de hielo antártico en el mar".

Es una simple cuestión de física. El hielo no es tan estático como aparenta. Como el agua, discurre desde las zonas elevadas a las más bajas por medio de los glaciares. Estos ríos helados llevarían el excedente provocado por las nevadas hasta la costa y allí, el mar, más cálido, hará el resto del trabajo.
"La acumulación de nieve sobre el hielo pesa y empuja, cuanto más alto esté el hielo, mayor presión", explica la investigadora del Instituto de Física de la Universidad de Postdam y coautora del estudio, Ricarda Winnkelman. "Como las nevadas adicionales elevan la capa de hielo de la zona terrestre del continente antártico pero menos en la capa helada flotante, el hielo fluye más rápidamente hacia el océano, contribuyendo a la subida del nivel del mar", añade.



De hecho, en otra investigación realizada por investigadores del Imperial College de Londres y publicada también esta semana, se mostraba como el glaciar Totten, uno de los mayores de la Antártida, está acelerando su velocidad por el deshielo en la cabecera.
Los investigadores estiman que, por sí solo, el Totten podría elevar el nivel del mar hasta 3,5 metros. "La elevación podría tardar varios siglos en completarse pero el proceso ya ha comenzado y probablemente sea irreversible", sostenía en una nota el director del Instituto Grantham del Imperial College y coautor del trabajo, Martin Siegert. El caso del Totten es similar al de otros glaciares, como se ha comprobado ya en Groenlandia. El agua del mar los va socavando por abajo, acelerando la descarga del hielo.

Así que la doble paradoja no es tal para la ciencia. El calentamiento puede provocar mayores nevadas y estas impulsar la llegada del hielo hasta el mar donde el deshielo se aceleraría. Según estimaciones de los investigadores del instituto de Postdam, hagan lo que hagan los humanos para frenar el cambio climático, el nivel del mar se elevará hasta 23 centímetros en este siglo y eso en el escenario más optimista. En la Antártida hay hielo como para que los océanos se eleven varias decenas de metros, como ya ocurrió en el Plioceno, hace unos tres millones de años. Con esa altura, se inundarían todas las zonas costeras del planeta.
Por Miguel Ángel Criado / El País

Satélite Cryosat confirma aumento de deshielo en la Antártida

Al año pierde 160 mil millones de toneladas de hielo. Las zonas más afectadas se encuentran en la zona oeste, en el este y la península


París. Las observaciones efectuadas en los últimos tres años por el satélite Cryosat demuestran que la Antártida pierde unos 160 mil millones de toneladas de hielo anuales, el doble de lo calculado en un estudio similar que abarcaba los cinco años anteriores, indicó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA).

Las capas de hielo polares son uno de los principales contribuyentes a la subida del nivel del mar y la pérdida registrada por ese satélite de la ESA son suficientes para provocar por sí sola una elevación de 0.45 milímetros al año, señaló la organización en un comunicado.
Las zonas más afectadas, según los datos analizados por expertos del Centro británico de Observación y Modelización Polar, se encuentran en el oeste de la Antártica (134,300 millones de toneladas anuales), en el este (tres mil millones) y en la península (23 mil millones de toneladas).

El satélite Cryosat, lanzado en 2010, está equipado con un altímetro que puede medir con precisión la variación de altura de la superficie de hielo, lo que permite a los científicos ver la evolución con una exactitud sin precedentes.
“Hemos visto que las pérdidas de hielo más importantes se encuentran en el sector cercano al mar de Amundsen, con niveles de adelgazamiento de entre cuatro y ocho metros al año”, explicó el profesor británico Malcolm McMillan, principal autor del estudio.
El desafío, de acuerdo con la ESA, radica en usar las pruebas recogidas para mejorar los modelos de predicción, ante la evidencia de que en esa parte del planeta se producen cambios evidentes.

Capa de hielo en la Antártida es más gruesa de lo que se pensaba

LONDRES.- La capa de hielo de la Antártida es más gruesa de lo que los científicos pensaban hasta ahora, según un estudio que publica la revista "Nature Geoscience" para el que se ha utilizado un robot submarino autónomo.
El aparato, conocido como SeaBED, se sumergió en las aguas de una de las regiones más frías del planeta entre 2010 y 2012 para elaborar un mapa de alta resolución en tres dimensiones del hielo antártico.
Gracias a un equipo de sonar instalado en ese equipo submarino, investigadores australianos, estadunidenses y británicos responsables del estudio pudieron analizar desde las profundidades la parte oculta de los témpanos de hielo que cubren cerca de 20 millones de kilómetros cuadrados en el hemisferio sur.
Los investigadores subrayaron sin embargo que todavía hay que tomar con cautela los datos, dado que su topografía limita a regiones concretas que suman en total unos 500 mil metros cuadrados.

Hasta ahora, los científicos habían estudiado la región a través de satélites, si bien ese método reveló limitaciones para establecer el grosor de la capa de hielo.
El estudio muestra que el hielo bajo el nivel del mar alcanza entre 1.4 y 5.5 metros de media, mientras que las zonas más profundas se sumergen hasta 16 metros.
Las investigaciones existentes hasta ahora, algunas de las cuales también habían utilizado equipos submarinos, aunque de alcance más limitado, apuntaban a que la capa de hielo antártico no superaba un metro como media.
Se han dedicado muchos esfuerzos a medir el hielo del Ártico y nosotros tan solo estamos comenzando a rascar la superficie del Antártico, especialmente en lo que respecta al grosor del hielo", comentó a la cadena BBC Jeremy Wilkinson, del Centro de Estudios Antárticos británico.

El científico apuntó que su objetivo es entender cómo está evolucionando la región antártica y cómo "se integran esos cambios" en el clima y el ecosistema.
Ante las dificultades para medir con precisión el grosor de la capa de hielo, Wilkinson señaló que el uso combinado de submarinos autónomos y satélites puede ser el más efectivo.
Podemos tomar los datos que estos submarinos nos están aportando y desarrollar algoritmos que puedan utilizar los satélites" para mejorar la precisión, dijo el científico.


La suerte del mundo depende de cuán rápido se derrita el hielo.

Al ritmo actual, el fenómeno solamente elevaría el nivel del mar aproximadamente un tercio de milímetro al año, porque los océanos son muy vastos.

Pero si toda la capa de hielo al oeste de la Antártida, que está conectada con el agua se derrite indeteniblemente, como pronostican los expertos, no habrá tiempo para prepararse. Los científicos estiman que tomará entre 200 y 1.000 años para que se derrita suficiente hielo para elevar el nivel del mar unos 13.3 metros, quizás solamente cien años en el peor de los casos.

Si eso sucede, ciudades costeras como Nueva York y Guangzhou podrían nfrentar hasta un billón de dólares en daños por inundaciones en unas pocas décadas e innumerables centros poblacionales quedarían vulnerables.

``Los cambios en el clima de la Tierra y la reducción de los glaciares no son problemas siempre que no sucedan demasiado rápidamente. Y en estos momentos el cambio es rápido. Eso no es bueno'', dijo Rignot. ``Tenemos que frenarlo. O tenemos que demorarlo lo más que podamos''.


http://adnsureste.info/?p=35222

http://www.vanguardia.com.mx/deseguirelderretimientodelaantartidaseredibujaraelmapadelatierra-2277008.html

http://www.vanguardia.com.mx/satelitecryosatconfirmaaumentodedeshieloenlaantartida-2044275.html

http://www.vanguardia.com.mx/capadehieloenlaantartidaesmasgruesadeloquesepensaba-2213822.html

http://www.losandes.com.ar/article/la-nasa-asegura-que-el-derretimiento-de-la-antartida-puede-redibujar-el-mapa-de-la-tierra


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