Analizan falla geológica en Zapopan
Enviado por Editor Extensión el 11 de July de 2016.
Los movimientos telúricos están relacionados a una estructura
geológica que va desde la Barranca del Río Santiago hasta una parte del
Sur de Jalisco.
La activación de una falla geológica continental al noroeste de la zona de Tesistán, es producto de los terremotos ocurridos en el municipio de Zapopan desde diciembre del año pasado. De acuerdo con el investigador del Centro de Sismología y Vulcanología de Occidente (Sisvoc) del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara, Carlos Suárez Plascencia, lo anterior ha provocado al menos 45 sismos de dos o tres grados de intensidad en la escala de Richter.
El sismo con mayor intensidad según Suárez Plascencia, es el del pasado 11 de mayo, cuta intensidad fue de 4.8 grados en la escala Richter, y el cual fue percibido en gran parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara, incluso como si fuera de mayor magnitud.
El también especialista y jefe del departamento de Geografía y Ordenación Territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), explica que los movimientos telúricos están relacionados a una estructura geológica que va desde la Barranca del Río Santiago hasta una parte del Sur de Jalisco.
“Se ha provocado una alineación Norte - Sur que va del cañón del Río Santiago, pasando por la zona de Cópala, Tesistán, La Primavera y termina en la zona de Villa Corona, eso nos está dibujando una estructura geológica que se está activando en la región”, advierte.
El académico asegura que esta no sería la primera ocasión que se registran enjambres sísmicos en la urbe y es que los archivos históricos nos remontan a al menos cuatro eventos de esta naturaleza. Por ello, no le sorprende que en las próximas semanas o meses continúen los sismos en este municipio.
“Una premisa en la geología es que si un evento sucedió en el pasado, se repetirá en el futuro”.
Carlos Suárez añadió que el Occidente del país, sobre todo la región Centro de Jalisco, es atravesada por un gran número de fallas geológicas activas o inactivas. La principal de ellas es la localizada en la Barranca del Río Santiago, la cual ha generado sismos muy intensos con magnitud de hasta 7.8 grados. El último del que se tiene registro fue en 1875, que fue antecedido por varios temblores y generó graves daños.
“El problema en Jalisco es que tenemos dos fuentes sísmicas potenciales: una es la falla continental de la Barranca, y una más está en la zona costera por la subducción de la placa de cocos”.
Además, integrantes del Centro de Sismología y Vulcanología de Occidente (SisVoc) de la UdeG, mantienen en expansión una red de estaciones para monitorear los sismos que ocurren en el estado, con los cuáles no solo mantienen el registro e intensidad de eventos que sirve de insumos para las investigaciones científicas, sino también para generar estrategias de prevención, tanto en materia de protección civil como en lo referente al desarrollo urbano.
“Tener estructuras activas, tener sismicidad activa y una ciudad en constante expansión, aglomerando ya a nueve municipios, implica que el riesgo sísmico de la zona metropolitana está incrementando de manera latente”, advierte Suárez Plascencia.
También, asegura que las edificaciones nuevas con calidad diferente en su construcción y la concentración de fraccionamientos altamente poblados incrementa la vulnerabilidad social y física. Por ello insiste en la necesidad de que las autoridades municipales consideren los estudios científicos en los planes de desarrollo urbano a corto y mediano plazo, con la finalidad de no poner en riesgo a la población.
Adelantó que ya presentaron un proyecto al Ayuntamiento de Zapopan para crear una pequeña red de estaciones sísmicas en esa demarcación con la intención de conocer la magnitud de la estructura geológica recién activada, en la que ya existen planes para construir fraccionamientos.
“Es un corredor que está creciendo urbanísticamente de manera muy rápida. Esa zona debe ser estudiada de manera detallada, debe analizarse la actividad sísmica con más estaciones para establecer el curso exacto de la estructura”.
Por último, insistió en la necesidad de replantear los planes de desarrollo urbanos en esa zona y que estos sean revisados por técnicos especialistas en ciencias de la tierra y de planeación urbana.
“Tener estructuras activas, tener sismicidad activa y una ciudad en constante expansión, aglomerando ya a nueve municipios, implica que el riesgo sísmico de la Zona Metropolitana está incrementando de manera latente”
Carlos Suárez Plascencia
Investigador del Centro de Sismología y Vulcanología de Occidente (Sisvoc) de la UdeG
http://www.cucsh.udg.mx/noticia/analizan-falla-geologica-en-zapopan
http://www.gdl.cinvestav.mx/ofelia/uploads/JJCTectonicasBertha.pdf
La activación de una falla geológica continental al noroeste de la zona de Tesistán, es producto de los terremotos ocurridos en el municipio de Zapopan desde diciembre del año pasado. De acuerdo con el investigador del Centro de Sismología y Vulcanología de Occidente (Sisvoc) del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara, Carlos Suárez Plascencia, lo anterior ha provocado al menos 45 sismos de dos o tres grados de intensidad en la escala de Richter.
El sismo con mayor intensidad según Suárez Plascencia, es el del pasado 11 de mayo, cuta intensidad fue de 4.8 grados en la escala Richter, y el cual fue percibido en gran parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara, incluso como si fuera de mayor magnitud.
El también especialista y jefe del departamento de Geografía y Ordenación Territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), explica que los movimientos telúricos están relacionados a una estructura geológica que va desde la Barranca del Río Santiago hasta una parte del Sur de Jalisco.
“Se ha provocado una alineación Norte - Sur que va del cañón del Río Santiago, pasando por la zona de Cópala, Tesistán, La Primavera y termina en la zona de Villa Corona, eso nos está dibujando una estructura geológica que se está activando en la región”, advierte.
El académico asegura que esta no sería la primera ocasión que se registran enjambres sísmicos en la urbe y es que los archivos históricos nos remontan a al menos cuatro eventos de esta naturaleza. Por ello, no le sorprende que en las próximas semanas o meses continúen los sismos en este municipio.
“Una premisa en la geología es que si un evento sucedió en el pasado, se repetirá en el futuro”.
Carlos Suárez añadió que el Occidente del país, sobre todo la región Centro de Jalisco, es atravesada por un gran número de fallas geológicas activas o inactivas. La principal de ellas es la localizada en la Barranca del Río Santiago, la cual ha generado sismos muy intensos con magnitud de hasta 7.8 grados. El último del que se tiene registro fue en 1875, que fue antecedido por varios temblores y generó graves daños.
“El problema en Jalisco es que tenemos dos fuentes sísmicas potenciales: una es la falla continental de la Barranca, y una más está en la zona costera por la subducción de la placa de cocos”.
Además, integrantes del Centro de Sismología y Vulcanología de Occidente (SisVoc) de la UdeG, mantienen en expansión una red de estaciones para monitorear los sismos que ocurren en el estado, con los cuáles no solo mantienen el registro e intensidad de eventos que sirve de insumos para las investigaciones científicas, sino también para generar estrategias de prevención, tanto en materia de protección civil como en lo referente al desarrollo urbano.
“Tener estructuras activas, tener sismicidad activa y una ciudad en constante expansión, aglomerando ya a nueve municipios, implica que el riesgo sísmico de la zona metropolitana está incrementando de manera latente”, advierte Suárez Plascencia.
También, asegura que las edificaciones nuevas con calidad diferente en su construcción y la concentración de fraccionamientos altamente poblados incrementa la vulnerabilidad social y física. Por ello insiste en la necesidad de que las autoridades municipales consideren los estudios científicos en los planes de desarrollo urbano a corto y mediano plazo, con la finalidad de no poner en riesgo a la población.
Adelantó que ya presentaron un proyecto al Ayuntamiento de Zapopan para crear una pequeña red de estaciones sísmicas en esa demarcación con la intención de conocer la magnitud de la estructura geológica recién activada, en la que ya existen planes para construir fraccionamientos.
“Es un corredor que está creciendo urbanísticamente de manera muy rápida. Esa zona debe ser estudiada de manera detallada, debe analizarse la actividad sísmica con más estaciones para establecer el curso exacto de la estructura”.
Por último, insistió en la necesidad de replantear los planes de desarrollo urbanos en esa zona y que estos sean revisados por técnicos especialistas en ciencias de la tierra y de planeación urbana.
“Tener estructuras activas, tener sismicidad activa y una ciudad en constante expansión, aglomerando ya a nueve municipios, implica que el riesgo sísmico de la Zona Metropolitana está incrementando de manera latente”
Carlos Suárez Plascencia
Investigador del Centro de Sismología y Vulcanología de Occidente (Sisvoc) de la UdeG
LA GEOLOGÍA de la República Mexicana es el resultado de múltiples procesos
tectónicos que la han afectado durante toda su evolución; para explicarlos se
ha requerido de la paciencia y los conocimientos geológicos de los estudiosos
de las ciencias de la Tierra.
La configuración geográfica actual de México es, asimismo, consecuencia de
la interacción del bloque continental con las provincias oceánicas que lo
circundan. Es decir, en la región del Pacífico, la Península de Baja California
se está separando del resto del continente con un movimiento hacia el noroeste;
en el Pacífico sur de México, desde Cabo Corrientes en el estado de Jalisco
hacia Centroamérica, la placa oceánica de Cocos es asimilada por el continente;
tal subducción ocurre a lo largo de una fosa oceánica a la que se conoce como Trinchera
de Acapulco o Mesoamericana.
Por otro lado, en las provincias geológicas del Golfo de México y del
Caribe, se tienen esfuerzos tectónicos de separación cortical, identificados
también como de tensión o distensivos, que están actuando en los márgenes
continentales; éstos, a su vez, avanzan sobre los fondos más profundos de las
cuencas oceánicas, como consecuencia del desplazamiento de la placa tectónica
continental de Norteamérica hacia el poniente, y de la del Caribe hacia el
oriente (Figuras 10 y 11).
Los procesos geodinámicos que son aún más complejos
se pueden describir con relativa facilidad de una forma general. En términos
globales, su influencia es muy importante por la contribución al conocimiento
universal sobre el origen y evolución de nuestro planeta. A su vez, este
entendimiento es básico en la prospección de recursos minerales, hidrotermales
y petrolíferos que se generan y acumulan en el interior de la corteza de la
Tierra, como consecuencia de su evolución geotectónica.
Figuras 10 y 11. La configuración actual de México se debe al movimiento
simultáneo de las cuatro placas tectónicas: a) la de Norteamérica, con
desplazamiento hacia el suroccidente; b) la del Pacífico oriental, hacia el
noroeste; c) la de Cocos, hacia el noreste, y d) la del Caribe, hacia el
oriente franco.
. El Cinturón Volcánico Transmexicano (CVT) es un sistema de fisuras
corticales por donde son expulsadas a la superficie las rocas volcánicas
provenientes de la fusión de la corteza oceánica de la Placa de Cocos.
http://www.gdl.cinvestav.mx/ofelia/uploads/JJCTectonicasBertha.pdf
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